Si estas aquí ahora es porque
Quieres saber si soy yo quien al fin te va a ayudar a vivir una vida abundante, desde el disfrute y el amor por lo que haces
Y si aún sigues leyendo es porque…
…necesitas saber si realmente conmigo vas a lograr recordar la abundancia que ya eres para vivir el paraíso en la tierra.
Pues déjame decirte que solo lo sabrás en un par de minutos.
Lo que pienses ahora no importa, solo lo que sientas de corazón cuando termines de leer estos dos párrafos.
Primero déjame que te diga que no soy psicóloga, ni economista. Sí fui a la universidad, pero estudié periodismo y años más tarde me reinventé como coach y mentora.
Actualmente me defino como activadora de la abundancia.
Mi vida ha sido un constante rebelarme contra lo establecido, contra lo correcto o lo que había que hacer. Soy díscola por naturaleza y emprendedora de corazón.
Te resumo mi historia en este párrafo para que me conozcas mejor...
Soy una madre emprendedora que ha pasado por grandes retos desde su infancia, como todas. De niña viví mucha escasez en casa, que chocaba con el merecimiento que yo sentía internamente.
De joven me revelé, desde la rabia reprimida, y empecé a generar mucho dinero para vivir como quería, pero mi cuerpo me mostró que ese no era el camino y enfermé con un síndrome miofascial.
A los 32 años, con dinero en el bolsillo, empezó mi búsqueda espiritual y mi sensación de que la vida era algo más y yo me estaba perdiendo cosas.
Estudié coaching y constelaciones para empresas.
Empecé a practicar yoga, a hacer cursos y talleres, así como terapia psicológica.
He leído más de 100 libros de desarrollo personal y espiritual.
Ahora puedo decir que soy una emprendedora consciente, que hace lo que ama y que no siente que trabaje. Aunque en realidad nunca lo he sentido. Solo he sentido que trabajaba durante 9 meses en mi vida cuando trabajé como periodista por cuenta ajena.
Si lo que te he dicho ahora te hace conectar con mi historia, tal vez te pueda ayudar a lograr lo que estás buscando.
¿Quieres vivir el paraíso en la tierra?
Siempre había oído de pequeña que este mundo es un paño de lágrimas y que el paraíso está más allá, en la otra vida.
Pero resulta que es al contrario. Aquí está el paraíso y por eso decidimos encarnar y venir aquí a vivir experiencias maravillosas que nos hagan trascender cualquier sufrimiento para vivir por completo en el amor.
Y ese es el propósito de cualquiera de nosotros, crecer espiritualmente hasta darnos cuenta de que todos somos uno, que no hay sufrimiento, que no es real y que somos amor, plenitud y abundancia.
Mientas cada uno de nosotros va llegando ahí a su manera, podemos ir haciéndolo con más o menos sufrimiento, con más o menos dinero y con más o menos capacidad para disfrutar del día a día, de las cosas buenas que la vida nos va poniendo delante.
Si tú quieres te puedo acompañar a hacer este recorrido con más dinero, con más tiempo libre, con más disfrute en el día a día y sobre todo, sin sufrimiento innecesario, sin sacrificio y sin escasez.
Si ya sientas más curiosidad, aquí te cuento con más detalle mi camino, por si resuena con el tuyo
Desde mi infancia me he sentido diferente, como que no encajaba en ningún sitio. Prefería estar sola o con adultos que con gente de mi edad.
Sentía una gran sensación de merecimiento que contrastaba con la gran escasez que se vivía en mi casa.
Esto me hacía sentir inadecuada todo el tiempo.
Mi madre me decía que no hablara, que no contara nada de mí, porque si lo hacía me podían herir. Que no me mostrara tal y como soy. Y esto marcó mi infancia y juventud.
El cállate y el secretismo impregnó mi alma y mi subconsciente hasta tal punto que cuando tuve que elegir carrera universitaria elegí periodismo. Para sacar a la luz todos los secretos y poder dar voz a los que no la tenían (es decir, a mí misma).
Y también elegí periodismo porque he sido una escritora frustrada durante muchos años y pensé que en esta carrera me resarciría y podría escribir textos cortos.
En mi adolescencia me rebelé contra toda la escasez que había vivido en casa y a partir de los 18 años empecé a generar mucho dinero rápido jugando en la bolsa de valores, comprando y vendiendo entradas de fiestas de Nochevieja, con la compra-venta de pisos y la promoción inmobiliaria. Siempre pidiendo dinero prestado y devolviéndolo al poco, cuando ya lo había doblado.
Estaba muy desconectada de mí misma y apenas me conocía pero sí tenía claro que quería trabajar para mí y controlar mi tiempo. Pero esa forma de generar dinero rápido a mi alma no le gustaba demasiado, mi alma tenía otros planes para mí que yo no había contemplado.
A los 29 años mi cuerpo empezó a hablarme ,sin yo saberlo, a través de dolores de espalda y cervicales muy fuertes. Y a los 32 años el reumatólogo me diagnosticó, «por fin», Síndrome Miofascial, algo parecido a la fibromialgia.
Todavía puedo sentir el miedo y el desconcierto que experimenté, cuando me dijo que no sabía qué causaba mis fuertes dolores musculares y tampoco cómo curarlos. Pero hoy en día agradezco a la enfermedad porque fue mi basta ya, mi gran despertar espiritual.
La enfermedad me mostró el camino a seguir para sanarme interiormente, para conectar con mi niña interior, con mi esencia y seguir el camino de mi corazón.
A partir de ahí mis negocios ya no han sido desde la mente, si no desde el corazón.
Actualmente me considero una emprendedora consciente a la que le gusta el dinero y sabe cómo generarlo, conservarlo y multiplicarlo para vivir la vida que merezco.
Me he formado como coach y consteladora para empresas, pero me siento activadora de la abundancia.
Ahora mismo soy madre de una niña de 5 años y un niño de 2 años y a ellos les dedico mucho tiempo de mi día a día.
Trabajo 3 horas diarias para no perderme nada de esta etapa tan maravillosa de mis hijos.
Amo el entorno online y las posibilidades que nos ha abierto para darnos a conocer mundialmente.
Soy una mujer en constante evolución y expansión, con muchas ganas de aprender y de crecer. Me reinvento a mi misma cada día persiguiendo los anhelos de mi alma soñadora y abundante.
Mi camino de búsqueda espiritual me ha llevado hasta aquí, a poner a tu servicio los aprendizajes de mi propia evolución y lo que mi corazón ha venido a expresar, a mostrar.
Tú eres creadora de tu vida. Puedes vivir como quieras. Eres libre, sabia y abundante por naturaleza.